Vino generoso de licor de crianza oxidativa proveniente de la mezcla o “cabeceo” de oloroso de 25 años – generosos de crianza oxidativa – y su parte proporcional de dulce natural, de la solera de Pedro Ximénez pasa de 25 años.
Su color camina desde el castaño hasta caoba oscuro y aspecto untuoso. Con marcada nariz de oloroso, conjuga notas dulzonas como las de los frutos secos, y tostadas, como la nuez y el caramelo.
En boca resulta goloso, con un dulzor equilibrado, lo cual hace de este jerez, un vino perfecto para acompañar postres y frutas, como el melón o la naranja, así como la repostería o los helados.